Una Actitud, Una Vida

 

 

 

 

Una teoria no tiene sentido si no podemos llevarla a la practica. Si la actitud y los principios que adoptamos en combate no los podemos aplicar en nuestra vida familiar o social es que les falta algo. Y es este algo lo que nos impide progresar, hay que saber usar las situaciones que se nos presenten para probar el alcance de nuestras resoluciones, de una manera firme y relajada sin esperar nada a cambio,  luchando por aquello que creemos.

Nuestra actitud busca la unidad en nuestra manera de vivir y de pensar. El mensaje en definitiva es la relacion con los demás. No dar al oponente la oportunidad de enfrentarse a nosotros, que no encuentre una linea de fuerza a la que se pueda oponer. Cuando nuestra actitud es la adecuada,el trabajo se expresa fluido y dinámico, el orden surge de manera natural. Y cuando no lo es, se expresa duro, tenso, se vuelve egocentrico encerrado en si mismo.

Se trata de comprender la vision de los demás, aceptando sus diferencias, pero manteniendo nuestra actitud. Relajados por fuera, inmutables por dentro. Si no somos capaces de mostrar nuestra actitud en las cosas mas simples respondiendo con elegancia e ingenio, lo que decimos o hacemos solo tiene sentido para nosostros y no es real.

Escuchar es observar, se trata de comprender al otro,por esto nuestra actitud no es agresiva, mas bien es de control. Hay que educar nuestro trabajo en la tolerancia, sin importar nada a los demas.En China se dice: «Mostrar un camino es crear diferentes llamadas que sigan una misma razon». Evolucionar dentro de un arte sea el que sea y en concreto el marcial es mostrar la correccion de sus principios a traves del tiempo de practica, mostrando una linea de coherencia y desarrollo. Cada uno de nosotros encontramos un sentidoa la vida a traves del valor que le damos a las cosas.

El desarrollo del trabajo tecnico dependera de nuestra capacidad para comprender que sus principios estan por encima de la forma. La estrategia es siempre la misma: dominar la distancia, sentir la presion y entrar en su ataque,comportandonos delante de un oponente como delante de 100. Esta disposicion del espiritu solo nace de la educacion y del trabajo en el dojo. Los deportes de combate basan sus esquemas de trabajo en la lucha individual a partir de las mismas condiciones de practica que se van a encontrar. Las artes tradicionales lo hacen ante la incertidumbre de no saber contra cuantos adversarios y en que condiciones habremos de luchar, fundamentándose su trabajo en la aplicacion de una serie de principios, mas que en el aprendizaje indiscriminado de una serie de movimientos. La actitud durante la practica ha de ser la misma que en la vida cotidiana,no buscamos enfrentarnos con nadie, tampoco defendernos, porque no hay nada que defender. Hay que descubrir los principios fundamentales a partir de la idea que tenemos de nuestro arte. La tecnica no es ningun objetivo a conseguir. Su practica es para fortalecer la actitud marcial de los que la realizan. No existen movimientos eficaces,solo hay actitudes correctas, expresadas a traves de movimientos bien coordinados con  ellas. Por eso dominar la distancia es mas basico que hacer una tecnica determinada.

La actitud es a partir de la cual damos sentido a nuestra manera de ver las artes marciales y así lo aplicamos a cada instante de nuestro trabajo. Pero para demostrar que lo hemos asimilado y que forma parte de nosotros mismos, no podemos discutirlo, hay que llevarlo a la practica,siendo esta la referencia a partir de la cual podremos evaluar el alcance de nuestra experiencia. Como alguien dijo una vez: «La vida no es como una carretera,sino crecer como un árbol, nada queda atrás, todo queda dentro de nosotros mismos».

Manuel Mayo Riobo